La historia que inspira las tres posturas del guerrero de Yoga proviene de la mitología hindú: estas tres posturas representan los tres momentos del ataque del guerrero Virabhadra, en una historia de amor trágico.
La postura del guerrero I nos ayuda a mejorar la movilidad de la cadera, a mantener las piernas y glúteos activados y mejora nuestro equilibrio.
- Desde la posición de pie (Tadasana), tomamos aire y damos un paso largo hacia la izquierda de modo que nuestras piernas quedan separadas a una distancia aproximada de un metro.
- Giramos nuestro pie izquierdo (el que hemos movido) 90 grados, movemos el derecho ligeramente (unos 45 grados) y giramos también nuestro tronco para que las caderas y el pie queden en línea.
- Desde ahí, flexionamos la rodilla izquierda y subimos los brazos paralelos hacia el techo (hasta que lleguen a la altura de las orejas) y mantenemos la cabeza erguida.
Virabhadrasana I / Postura del guerrero I